viernes, 13 de diciembre de 2013

El silencio y la felicidad, según Álex.

El silencio:

Es cuando me miras a los ojos, que no necesitas decirme nada para que yo sepa lo que pasa por tu mente. ¿Qué pasaría si llegase un día que no pudieses hablarme más? ¿Qué pasaría si en el mundo se acabasen las palabras? Es por eso, que simplemente, tienes que mirarme, sólo tienes que tocarme, o abrazarme fuerte, y yo sabré todo lo que quieres decirme.
Son esos silencios compartidos los que avivan todas las emociones, porque un conjunto de palabras pueden estar equivocadas, porque puedes interpretarlas mal, pero, cuando conoces a alguien lo suficiente como para compartir largos silencios, no hay nada que ocultar en una mirada, en una sonrisa, en una caricia, en las reacciones del cuerpo a todo esto.

Porque las personas, somos más que unas simples palabras que se van con el viento, porque prefiero utilizar mis otros sentidos, sólo, mírame, acaríciame, o abrázame, o quizás, bésame, pero, no es necesario decir nada. Porque si acabase el mundo de las palabras, al final lo que quedarán son las emociones más intensas, esos silencios compartidos…

Y ahora, demuéstrame que todo es real, que no hay palabras que mienten, porque demasiadas veces, un “te quiero”, es una vil mentira, una mirada mantenida en silencio, puede decir mucho más, y aunque ese “te quiero” sea real, tus ojos me dirán aún más.




La felicidad:

¿Qué es la felicidad? Si lo supiese, tendría la receta del secreto mayor guardado en esta vida.

La felicidad es a veces tan efímera que aparece con la cosa más pequeña, y rápidamente sientes que se disipa, porque la tristeza es capaz de hacerle sombra, porque eclipsa todos los momentos buenos, por los que merece la pena vivir y solamente nos hace ver todo lo malo, haciendo que nos lamentemos.

No sé cual es el camino de la felicidad, si lo supiera, lo seguiría sin dudar, pero, son los malos momentos los que nos hacen crecer como personas, convertirnos en quienes somos, y en muchas ocasiones, nos hacen conocer a gente que luego se convertirán en seres muy especiales en nuestras vidas.

Supongo que sólo hay que mirar los lados positivos de todo, sin permitir que la tristeza eclipse nuestra felicidad. Porque gracias a todas las desgracias de mi vida, me convertí en quien soy, y me gusta, porque gracias a todo aquello, fueron sucediendo cosas que me llevaron a conocer a unos y a otros, y a haber vivido cosas únicas y maravillosas que me han hecho muy feliz.


Así que, agradece los malos momentos, porque te traerán otros maravillosos, que merecerán todas las penas, y son sólo estas buenas cosas las que hay que ver. Cuando veas las cosas malas, sólo observa lo bueno que han traído, o lo bueno que has tenido, y no dejes que nada eclipse a tu corazón… sé que es difícil, a mí también me cuesta a veces, y es que a veces viene bien llorar, pero, luego sonríe, y trata de vivir feliz.

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